El organista
Resonaban piedra y madera. El rosetón y las vidrieras, y los santos, y el púlpito. Resonaba bello y puro, majestuoso y redentor. Resonaba a la gloria de Dios. Los ecos del último acorde de la obra rebotaron una y otra vez entre las columnas, asombrando todavía más a los oyentes, que sabían que estaban asistiendo … Leer más