La foto de la discoteca
Era una noche de fiesta cualquiera; un sábado sin fecha concreta de mi juventud en el que junto a mi grupo de amigos salí a tomar algo. La idea era…
El wifi de la biblioteca
Llevaba una semana perdido en un pueblo en medio de la nada sin poder hablar con ella. Desesperado por poder oír su voz aunque sólo fuera unos segundos. No me…
El olor de la escalera
He decidido dar un paso adelante hacia la adultez: me he comprado una casa. Desde que era pequeña he soñado con tener mi casita, amueblarla, pintar las paredes, hacer las…
El extraño catalejo
— Buenos días, tengo una pregunta. — Buenos días, dígame. — Es sobre esa vitrina, ¿le importa que nos acerquemos? — Ningún problema. El guía del…
El ojo del baño
Llevan dos días sin agua en uno de los lavabos. El resto de la redacción no tiene el más mínimo problema, por eso han llamado al fontanero, que se presenta…
La casa que llora
Vivo en una casa con una puerta roja y dos ventanas a los lados. Es blanca y antigua, de esas que se hicieron en su día en los ensanches de…
Música para masocas
— Mira —dice ella señalando una vela encendida en una esquina de la calle—. Parece un altar. — Sí, sí que lo parece —respondes sin dejar de mirarla…
Pequeñas victorias
El padre nunca tuvo problemas para dormir. Era llegar a la cama y a los pocos minutos quedarse inconsciente hasta que sonase la alarma. Sin embargo ahora, con el pequeño,…
La biblioteca
El camino hacia la biblioteca es un tortuoso sendero tan seco como lo estoy yo tras no sé cuánto tiempo perdido en el Infierno. Tengo tanta sed que, de haber…
Mis demonios
La conversación con Arrio ha hecho temblar los cimientos de mi convicción religiosa. ¿O quizá no? No me ha hecho dudar de Dios, al que siento conmigo incluso ahora, en…