Gigantes
Abro los ojos y vuelvo a toparme con la fría caricia del suelo de mi celda. Tiene el tamaño suficiente para que pueda tumbarme y dar vueltas por el suelo, y barrotes gruesos y altísimos, como tres veces mi estatura. Sigo sin poder moverme bien, e intentar recordar es un infierno que hace que las … Leer más