El hombre más rico del mundo
Llegó a casa cuando ya había anochecido, con el frío clavado en los huesos y el cuerpo quejilloso de un turno largo que no entendía de festivos. Su día de Nochebuena no había sido distinto a otros: madrugón, café tibio y horas y horas de trabajo. La única ventaja había sido el transporte, pues el … Leer más