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Il diavolo

Esta noche, a las tres y media de la madrugada, un grupo de cuatro ladrones asaltó la residencia del conocido violonchelista Ilya Kuznetsov. En la casa, una lujosa mansión del conocido barrio de Bel-Air, en Los Ángeles, se encontraban el propio Kuznetsov y su pareja, la actriz y pintora Sariza.

La policía ha informado de que el objetivo de los asaltantes no era otro que el instrumento de Kuznetsov, el violonchelo Il diavolo del famoso luthier Antonio Stradivari. Este, el último de los instrumentos atribuidos al maestro de Cremona, es un cello muy particular no sólo por su color rojo sangre, el gran tamaño de su caja, o por ser según los expertos el instrumento que mejor suena de todos los Stradivarius, sino por la historia que le acompaña y que le ha dado el sobrenombre de Il diavolo, el diablo.

Podemos recuperar las idas y venidas de este instrumento desde bien entrado el siglo XIX, partiendo de su primer dueño conocido, el banquero belga Ferdinand Abraham, que lo aceptó como parte del pago de una deuda para que su hija pudiese dar recitales en casa. Tras la quiebra de su banco, la pista de Il diavolo se pierde hasta aparecer mencionado en las últimas cartas Diego de los Ríos, último gobernador de Filipinas antes de que España perdiese el control de las islas.

Con la llegada de los estadounidenses a Manila, el instrumento fue enviado a Nueva York para ser adquirido por Bernard Thompson, filántropo y alto directivo del New York’s American Union Bank que perdió toda su fortuna durante el crac del veintinueve y que acabó suicidándose en 1931. Todas sus posesiones fueron malvendidas por su familia, acabando Il diavolo en las manos de otro banquero, Abner Levy, que tras unos años de incertidumbre fijaría su residencia en Varsovia. Levy acabaría sus días en un campo de concentración tras ser víctima de la persecución nazi.

Il diavolo se vuelve a perder en el tiempo durante tres décadas hasta que se anuncia su redescubrimiento en el Berlín oriental en 1974. El instrumento sirvió como elemento de propaganda soviética y fue llevado por toda la URSS para ofrecer conciertos para los altos cargos del régimen. Se dice que Mstislav Rostropóvich, aunque reconoció que era un magnífico instrumento, se negó a tocar con él al conocer su historia argumentando que estaba poseído por el diablo. Años más tarde la prensa italiana daría el nombre al instrumento de Il diavolo.

La noche anterior a la caída del muro de Berlín el alcalde Erhard Krack estuvo escuchando un recital de violonchelo. El instrumento era Il diavolo.

Tras la caída del muro, el cello desapareció de nuevo hasta ser requisado en la frontera de México con los Estados Unidos en el año 1999. Tras dos años de disputas legales finalmente fue puesto a la venta en subasta pública, siendo adquirido por la fundación Louis Vuitton por dieciocho millones de dólares. La noche de la subasta falleció el presidente de la fundación de un paro cardíaco. Desde entonces Il diavolo ha sido cedido puntualmente a diversos artistas para actuaciones esporádicas hasta que en 2021 se prestó a Ilya Kuznetsov para que le acompañase en su exitosa carrera.

La desaparición de Il diavolo es un episodio más de la agitada existencia de este instrumento, confirmando que la mala suerte se ceba con todos los que se acercan a él pues Ilya Kuznetsov ha muerto por las heridas causadas por los asaltantes durante el robo.

 

Foto de portada: ©Ri_Ya

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1 comentario en «Il diavolo»

  1. Ni regalado lo querría, con mi suerte…..
    Rojo caoba, sonido celestial.
    Diablo la codicia del humano.
    Un valor de por vida.
    Me ha gustado mucho tu relato.
    Sigue así, con esas ganas, nosotros ahí,esperando cada domingo.
    Gracias Miguel

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