La discusión

No, si encima te dormirás. Después de todo lo que me has dicho te darás media vuelta y te quedarás frito. Si es que siempre haces lo mismo: sueltas todo lo que se te ocurre, te quedas a gusto y ya lo tienes todo arreglado. A mí que me den.

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Estoy harta de que sea siempre lo mismo, que empieces con una cosita y de ahí tiramos del hilo y tiramos del hilo y hala, otra vez. Con lo de siempre. Porque estoy harta de que siempre discutamos por lo mismo, las mismas cosas en cinco años de relación. Es agotador, Ernesto, agotador. No sé cómo puedo explicártelo mejor, cómo hacerte entender que esto es importante para mí y que la relación no puede ir bien si estas cosas no se arreglan. O por lo menos se encarrilan, no sé, yo cedo un poco, tú cedes otro poco… llegar a un punto intermedio, ¿entiendes?

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Que ya sé que no todo va a ser perfecto, que las relaciones son así… pero coño, siento que cedo y cedo y tú no te amoldas. Que lo que tú me pides yo intento hacerlo, a veces me saldrá mejor y a veces peor, no digo yo que sea perfecta, pero joder, es que ya ni te esfuerzas. O no siento que te esfuerces, y al final creo que es eso lo que cuenta. Ya puedes tú pensar que lo estás haciendo perfecto que si yo no lo percibo pues… de poco sirve, ¿no?

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Son las dos y media de la mañana, coño. Aquí desvelada, con el madrugón cada vez más cerca y sin poder dormir, y todo por una cosa que se habría arreglado con un cambio de actitud tuyo. Que no soy nadie para pedírtelo, pero creo que soy buena novia, que me lo merezco… ¿o no? ¿Tan mala soy? ¿Pido tanto? Sólo necesito que seas cariñoso, que no seas un cafre como a veces eres, un poco de tacto y tratarme bien y ya está… pero claro, es más fácil gruñir o hacer como que no ha pasado nada.

[…]

Es que yo así no puedo seguir… lo he estado pensando mucho y no sé si esto tiene futuro. Quiero que lo tenga, no te equivoques, pero no así. Me estoy cansando y no creo que pueda seguir así mucho tiempo… Me da pena, pero creo que es mejor que sea totalmente sincera contigo aunque eso suponga…

[…] ¿Qué decías?

Nada, déjalo. Vuélvete a dormir.

 

Foto de portada: ©Afif Ramdhasuma

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